Opiniones

Comparativa libros: "Duérmete niño" y "Dormir sin lagrimas"


1. Introducción.

Antes de comenzar a hacer el análisis sobre los métodos empleados para dormir a los niños, en cada uno de los libros. Vamos a hacer una breve descripción y análisis de lo que es el sueño. Según la RAE, (1) sueño “es el acto de dormir”, y dormir: “Hallarse en el estado de reposo que consiste en la inacción o suspensión de los sentidos y de todo movimiento voluntario.”

Tal como vimos en la unidad 2 es muy importante que se produzca el equilibrio entre actividad y descanso. Y así evitar que aparezca la fatiga o agotamiento. Para hacer frente a está una de las opciones es descansar mediante el sueño.

Como cita la autora Rosa Jovè, dormir es una necesidad fisiológica, que tiene un proceso evolutivo. Las necesidades del sueño no se mantienen a lo largo de la vida. Va evolucionando con la edad y con las necesidades de cada persona. Tiene un carácter singular.

El sueño del niño no va a parecerse al del adulto hasta los 6 años. Hasta esa edad hay dos etapas diferenciadas:


  • Etapas de construcción entre 0 y 7 meses, de las dos fases (bifásico), pasamos a las 5 fases (polifásico)

  • Etapa de maduración entre los 8 meses y los seis años. Se reducen horas del sueño y se van eliminando los despertares nocturnos.


Aunque no existe un criterio unánime en cuanto a las tablas del sueño, ya que pueden variar, como por ejemplo razones culturales, según el libro de Jové, los patrones (aproximados) del sueño para orientarnos según la edad son los siguientes:

0-3 meses
17-18 horas.
Bifásico: sueño activo o REM.
Ultradiano no diferencia entre el día y la noche.
Polisecuencial.
Mayor porcentaje sueño REM e inicio del sueño en esta fase.

                                                     4-7 meses

16 horas (9-10 por la noche)
Polifásico: todas las fases del sueño
Circadiano diferencia entre el día y la noche.
Inestable, porque necesita adaptarse a las nuevas fases del sueño.

                                                    8 meses a 2 años

10-15 horas
Temido
Inquieto.
                                                   2 a 6 años
8-12 horas
Hacia los 3-4 años suele desaparecer la siesta.
Al final del periodo se va asemejando al del adulto



Debido a la incorporación de la mujer al mundo laboral, ambos padres necesitan dormir en horas que no se ajustan a las horas del niño. (Cita de Haslam, pg 94 Dormir sin lágrimas) Conciliar la vida laboral y familiar sigue siendo un problema pendiente de resolver en la sociedad en la que vivimos. El conflicto entre el rol laboral y la vida privada, genera problemas o tensión el los individuos (3)

En los países donde se dispone de mayores permisos de maternidad/paternidad como en Suecia o Croacia, que se dispone de 480 días repartidos entre el padre y la madre (5) resulta más fácil que no exista dicha tensión y esto repercute, en que prestemos mayor atención a los cuidados de los niños.

En las sociedades occidentales el insomnio infantil es una causa de consulta en atención primaria, afectando entre el 25-30% de la población infantil entre los 6 meses y 5 años de edad, según Ugarte Libano (4) según los datos de Estivill son entorno al 35%.



2. Método de Estivill


Estoy de acuerdo con la parte en la que dice que los bebes sienten lo que sienten sus madres y que la actitud como cuidadores es súper importante, al igual que una de las cosas que mas necesitan a parte del amor es la seguridad. Como sabemos cada niño nace con su propio temperamento, así pues, la respuesta a el método que elijamos para introducir los hábitos del sueño no va a ser igual en cada niño, por eso la actitud de los cuidadores es súper importante.

Creo que cualquier método de aprendizaje cuanto antes se introduzca mejor, pero opino y en ello no estoy de acuerdo con Estivill que no debe aplicarse el mismo método para un niño de 3 meses que de 6 años. Como hemos visto en la introducción los patrones del sueño varían según la edad. Estivill generaliza sobre el método que utiliza y en las primeras paginas se burla de las excusas eternas que ponemos los padres justificando el porque no duermen.

No estoy de acuerdo en la parte que empieza a hablar de seis meses en adelante, allí dice que niño (pg 27) ha de comer cuatro tomas al día, como hemos visto en la unidad 2, es a partir de los 2 años cuando se debe hacer 4 comidas diarias. En la página 34 estipula los horarios de estas, desayuno a las 08:00, comida a las 12:00, merienda a las 16:00 y cena a las 20:00, en esto estoy de acuerdo, es mejor regular los horarios.

También dice que si se despierta más de dos veces se debe reeducar, como hemos visto, según Jové, los microdespertares son totalmente normales, se producen por motivos de control y vigilancia.

Las recomendaciones de la siesta, son las que se siguen en las escuelas infantiles o por lo menos en la que acude mi hija. Los niños del primer curso le dejan echarse una siesta antes de comer y otra después, pero ya en los dos próximos cursos coincidiendo con el rango que dice de entre un año y año y medio, hay que suprimir la siesta de desayuno.

La síntesis del método se podría decir que básicamente es dejar que el niño se duerma solo. Acompañado con elementos externos un peluche elegido y bautizado por los padres, chupetes y explicar lo que quieres que hagan. Visitando al niños sin tocarlo según los rangos de tiempo que el estipula. Da igual lo que lloren, vomiten etc…

Creo que los niños acaban resignándose a que sus cuidadores no le van a prestar atención. Efectivo es porque finalmente se acaba consiguiendo lo que se pretende, aunque creo que no de una forma adecuada para los niños.



3. Método Rosa Jové.


Estoy de acuerdo con la frase que cita Carlos Gonzalez en su prologo, en la cual dice que “el contacto físico y afectivo entre madre e hijo se ha visto con desconfianza y desprecio, como un vicio que hay que erradicar” nos estamos convirtiendo en una sociedad, con poco contacto físico.

Estoy de acuerdo con que debemos conocer la evolución del sueño, la autora lo asemeja al desarrollo psicomotriz y cualquier persona conoce el desarrollo evolutivo .El sueño va ligado a nuestro desarrollo y por tanto cambia. Estivill en su libro no hay modificaciones de las pautas o hábitos del sueño según la edad, el solo establece que el niño debe establecer las pautas de sueño antes de los 5 años.

Me gusta mucho como explica las fases de sueño según la edad y las necesidades.

La autora no establece un método, porque todo lo que explica en los capítulos anteriores sirven para llegar a la conclusión de que dormir en un proceso evolutivo, y un día u otro el niño dormirá solo. Si que establece unas pautas naturalistas en las que básicamente habla de la lactancia es buena para la madre y el niño, para la madre puesto que estimulan los niveles de prolactina que hace que la madre concilie mejor el sueño. Y al niño porque la leche materna contiene L-triptófano que ayuda a la conciliación del sueño. La succión, el contacto con la piel y el sonido del latido de la madre hacen que se relajen.
Y las actitudes responsivas ante el bebé, actitud tranquila, y establecer una correcta vinculación madre-hijo.
En la segunda parte nos da unos consejos generales sobre el sueño, consiste en 12 pautas.

  1. Expectativas reales .Ser realista en cuanto al número de horas que puede dormir un niño.
  2. Registro del sueño. A veces la percepción de los padres no se ajusta a la realidad.
  3. Alteraciones y trastornos. Mirando el registro sabremos si tiene alguna patología.
  4. Ritmo circadiano. Regular las siestas.
  5. ¿Qué puedo hacer por mi hijo? Necesita notar a su cuidador cerca.
  6. ¿Somos consecuentes? Si implantamos horarios debe ser de forma continuada.
  7. La sincronía. Los niños con técnicas respetuosas se sincronizan antes.
  8. El ambiente. Debe llamar al sueño.
  9. Dormir es agradable. Lo que hagamos para que duerma que sea agradable.
  10. Técnicas adecuadas a cada edad.
  11. Evaluar los despertares.
  12. Atención nocturna

Creo que lo que trasmite la autora es que debemos mantener la forma natural de nuestros antepasados. Es realmente la forma natural de dormir de nuestra especie .Se le da todo el afecto que el niño necesita y el niño se siente protegido y cuidado por su figura de apego. Realmente es cuestión de paciencia, el niño acaba durmiendo solo. A nivel afectivo es muy beneficios para los niños y para padres que es tan placentero como sentir que das amor a un hijo.



4. Diferencias entre métodos

Aunque ya he realizado una pequeña comparativa, al explicar ambos métodos, vamos a esquematizarlo.

Generaliza                                                                             Especifica sueño según la edad                                                              
Horario comidas                                                                   Alimentación a demanda.


No respeta evolución del sueño                                           Respeta evolución del sueño

Establece que se puede enseñar a un niño a dormir            Los niños ya saben dormir desde que nacen

Establece un método                                                           No hay método, dormir es un proceso evolutivo


Dormir en habitación separada                                         Colecho

Dormir es desagradable.                                                   Dormir debe ser agradable.

Sin atención nocturna                                                       Atención nocturna




5. Otros métodos.

En una publicación de El Mundo (6), nos informa que hay seis métodos, que vamos a ver a continuación:

  1. El método Ina May Gaskin. Su libro 'Spiritual Midwifery' ('Matrona espiritural' sería la traducción) es la Biblia de los padres hippies, y aunque no ha sido traducido en España, sus ideas sí que han llegado a nuestra cultura. Gaskin defiende el apego absoluto entre padres e hijos y una de las principales lecciones que ofrece es el colecho, así el bebé podrá mamar tantas veces como quiera incluso si la madre está dormida. La base de la filosofía de Gaskin es el cariño, las caricias, el apego absoluto... Aquí no hay disciplina, sólo entrega. Esta americana es una de las pioneras en defender los partos naturales en casa.
  2. El método Williams Sears. A partir de enseñanzas como las de Gaskin, fue este médico californiano es quien estableció el método definitivo para los padres que no quieren que su bebé llore. Sears dice que los hijos deben dormir con sus padres todo el tiempo necesario, incluso años, hasta que hayan aprendido a dormir solos. La pareja puede dormir separada, hacer turnos para acompañar al hijo, pero el niño nunca tiene que estar solo. En España, su equivalente es el libro 'Bésame mucho' de Carlos González.
  3. El método Penelope Leach. No es tan extrema como los dos anteriores pero se acercan. Hace pocos meses, esta gurú británica decía: "Dejar llorar a tu bebé le provocará daños cerebrales". Y lo que ella provocó fue un alzamiento de parte de la comunidad médica criticando sus declaraciones por falta de rigor científico. Leach se remite a un estudio que señala que los niños que no han sido cuidados serán adultos inestables. Pero decir que dejar llorar el bebé es no cuidarle es una teoría algo radical para algunos científicos. Aunque es la base del método Leach: si podemos evitarlo, el bebé no debe llorar demasiado. Por las noches, si se despierta, tenemos que estar a su lado, dándole confianza y demostrándole que jamás le abandonaremos. Así, dice la psicóloga británica, crecerá un niño sano mentalmente y con seguridad en sí mismo.
  4. El método Tracy Hogg. Es un método intermedio entre el apego y la disciplina. Hogg defiende que el niño duerma en la cuna, tapado con una manta, con la madre cerca, susurrándole palabras tranquilizadoras. Cada vez que se despierte, hay que abrazarle, decirle cosas bonitas y, por mucho que llore, devolverlo a la cuna. El bebé debe entender así que llorar no es el medio para conseguir nada. Hogg es quien introduce el chupete como elemento que puede calmar al bebé y evitar así que mamá se convierta en un chupete humano (y muy cansado).
  5. El método Richard Ferber. En 1985 publicó el polémico libro 'Solucione los problemas de sueño de su hijo' y revolucionó el panorama nocturno paterno. En España, el doctor Estivill se inspiró en Ferber para su libro 'Duérmete niño'. La base es la misma: que el bebé llore, ya se cansará. Entremos en algunos detalles. Tras unos rituales que se repiten día a día (luz tenue, palabras cariñosas, siempre en la cuna...) el niño debe permanecer en la cuna. Ni llorar, ni gritar, ni vomitar... el bebé no puede salir de la cuna. Los padres pueden entrar a verle y decirle algo cariñoso, por intervalos cada vez más espaciados en el tiempo. La teoría es que los bebés ya saben manipular desde que nacen y nosotros debemos imponer los límites. La mayoría de niños deja de llorar a los pocos días.
  6. El método Háztelo tú mismo. Es fácil y las pautas claras. Primero conocemos al bebé, vemos qué carácter tiene, y qué manera de dormir y llorar. Después (a antes, eso no importa) nos informamos de todos los métodos posibles. Vemos entonces qué le pega más a nuestro hijo y vamos haciendo, según convenga. El sentido común, ese tan denostado cuando todavía no éramos padres, será nuestra mejor guía ahora que somos padres.

Bibliográfica:

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